Rutas verdes y cicloturismo para disfrutar Formentera en bicicleta
Hay quien define Formentera como una isla pequeña que puede recorrerse en coche en una sola mañana. Quien ha paseado por sus senderos, se ha “dejado perder” por sus caminos y ha visto el paisaje pasar a ritmo de pedaleo, sabe que en realidad es una isla que nunca se acaba. Esta Formentera infinita está conectada a través de sus recién estrenadas 32 rutas verdes, caminos entrelazados que suman más de 100 kilómetros, la mayoría de ellos accesibles en bicicleta.
A través de estos recorridos podemos acceder a las excepcionales playas de la isla, como Illetes o Cavall d'en Borràs, singulares por sus aguas cristalinas que les confieren un aspecto de piscinas naturales. Otro paseo muy recomendable es el camino de Es Brolls, que bordea la gran laguna de agua salada conocida como Estany Pudent, un lugar único donde es habitual observar flamencos, garzas reales y ánades.
Formentera también tiene un característico y desconocido paisaje rural: campos de cultivo de secano, la mayoría de ellos destinados al auto-consumo de las familias locales a las que pertenecen, las características higueras apuntaladas, rasgo exclusivo del paisaje formenterés, cuya función es crear pequeños espacios de sombra para el ganado, las tradicionales paredes de piedra seca... Por momentos, en el altiplano de La Mola o en Es Cap de Barbaria uno tiene la sensación de que el tiempo se ha detenido justo antes de la irrupción del turismo en la isla.
Fuente: Turismo de Formentera